
Y Alemania, dudar no se si duda, pero no se decide claramente. El país más poderoso del continente debe tomar un decisión: o apoyar al euro con todas las consecuencias, o dar la batalla por perdida y volver al marco. Y es que ya no vale poner trabas con todo y a todos sin proponer otro tipo de solución.
Eurobonos, aumento de la reserva del fondo de rescate (FEEF), ejecución de los rescates... Ninguna de estas medidas le parece correcta a la señora Merkel para salir del atolladero. Por una parte tienen sus razones: ellos han hecho los deberes (con ayuda de la unión, y las ventajas que ella conlleva). Pero el objetivo de la UE es precisamente ese, estar a "las duras y a las maduras", y ahora es tiempo de arrimar el hombro.
Una de las cosas que a mi me llaman la atención es que, una de las razones por las que Alemania no se ve dispuesta a participar activamente en estos procesos es por no premiar el despilfarro y la anarquía fiscal de países como Grecia. Sin embargo, no contemplan la creación de eurobonos pues recortarían competencias en materia fiscal (digo yo, y llámenme loco...¿eso no restringiría el peligro de que países periféricos se embarquen en proyectos inadmisibles para su economía?.
Se ha visto que la unidad monetaria sin unidad fiscal no conduce a nada bueno. Sin una reglamentación estricta y común no se puede pretender que países tan diferentes como Alemania o Portugal (o mismamente España) crezcan al mismo ritmo. Se ve en la lucha de los tipos de interes: ¿Subimos los tipos para controlar la inflación en el país germano y de paso hundimos a los PIGS, o ayudamos a estos últimos bajando los tipos y dejamos descuidada a la mayor potencia? Y ahí es donde debe entrar el órgano regulador europeo para, sin dejarse influir, llegar a una situación de control.

Asi que, resumiendo, señora Merkel, decídase. O deja de poner problemas, arrimamos el hombro y salimos todos, o "rompan filas" y que cada uno tire con lo que tiene.
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