domingo, 7 de agosto de 2011

Alemania debe decidirse



Como se ha visto esta semana con las declaraciones de JC Trichet, las medias tintas en estos tiempos no sirven para nada. Cuando se duda, los perros huelen el miedo y se tiran al cuello, como le pasó al presidente del BCE en la rueda de prensa, que afectó a los mercados de toda Europa.

Y Alemania, dudar no se si duda, pero no se decide claramente. El país más poderoso del continente debe tomar un decisión: o apoyar al euro con todas las consecuencias, o dar la batalla por perdida y volver al marco. Y es que ya no vale poner trabas con todo y a todos sin proponer otro tipo de solución.

Eurobonos, aumento de la reserva del fondo de rescate (FEEF), ejecución de los rescates... Ninguna de estas medidas le parece correcta a la señora Merkel para salir del atolladero. Por una parte tienen sus razones: ellos han hecho los deberes (con ayuda de la unión, y las ventajas que ella conlleva). Pero el objetivo de la UE es precisamente ese, estar a "las duras y a las maduras", y ahora es tiempo de arrimar el hombro.

Una de las cosas que a mi me llaman la atención es que, una de las razones por las que Alemania no se ve dispuesta a participar activamente en estos procesos es por no premiar el despilfarro y la anarquía fiscal de países como Grecia. Sin embargo, no contemplan la creación de eurobonos pues recortarían competencias en materia fiscal (digo yo, y llámenme loco...¿eso no restringiría el peligro de que países periféricos se embarquen en proyectos inadmisibles para su economía?.

Se ha visto que la unidad monetaria sin unidad fiscal no conduce a nada bueno. Sin una reglamentación estricta y común no se puede pretender que países tan diferentes como Alemania o Portugal (o mismamente España) crezcan al mismo ritmo. Se ve en la lucha de los tipos de interes: ¿Subimos los tipos para controlar la inflación en el país germano y de paso hundimos a los PIGS, o ayudamos a estos últimos bajando los tipos y dejamos descuidada a la mayor potencia? Y ahí es donde debe entrar el órgano regulador europeo para, sin dejarse influir, llegar a una situación de control.
Asi que, resumiendo, señora Merkel, decídase. O deja de poner problemas, arrimamos el hombro y salimos todos, o "rompan filas" y que cada uno tire con lo que tiene.

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